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La firma de los contratos de minería a gran escala se postergó una vez más debido a la falta de acuerdos entre las empresas y el Gobierno.

Al inicio de la negociación, a principios de año, los cálculos del Régimen apuntaban hacia el mes de abril como plazo para suscribir los primeros convenios que permitirían pasar a la fase de explotación de los proyectos Mirador, a cargo de la firma china Ecuacorriente; Río Blanco, a cargo de International Minerals (IMC); y Fruta del Norte, concesionado a la canadiense Kinross.

Las tres concesiones forman parte de los cinco proyectos estratégicos definidos por el Estado ecuatoriano, que pudieran generar inversiones por USD 4 020 millones en los próximos cinco años e ingresos por centenares de millones de dólares al año, según el ministro de Recursos No Renovables, Wilson Pástor.

Sin embargo, la negociación se ha tornado “difícil”. El Régimen extendió el plazo hasta julio, pero Pástor aclaró ayer, en el marco del Foro Minero 2011, organizado pro la firma Seminarium, que espera cerrar la negociación y la firma de los contratos en agosto.

Durante el mismo foro, el presidente de Kinross Gold Corporation, Tye Gold, destacó que ha sido “una difícil negociación”, pero que se busca llegar a un acuerdo con el Gobierno.

Aunque no quiso detallar cuáles son los principales puntos de conflicto, fuentes cercanas a las empresas mineras, que pidieron la reserva, informaron a este Diario que dos temas se presentan como los ‘cuellos de botella’.