NAUSEABUNDO. Pescadores que incursionaron en tributaros tucumanos, contaron que es impresionante el olor a podrido en la desembocadura del Salí. |
El peor de los escenarios que describieron los funcionarios santiagueños del Comité de Cuenca Salí-Dulce por la contaminación del lago del embalse Río Hondo, se va cumpliendo y el pronóstico es muy pesimista sobre lo que se avecina por el impacto ambiental de los desechos industriales que provienen de Tucumán. Ayer, técnicos del órgano interjurisdiccional descubrieron una importante cantidad de bagres muertos en el sector denominado los piletones, donde cae el agua del Dique Frontal.
El diagnóstico es que murieron por falta de oxígeno y las previsiones de los profesionales es que están dadas las condiciones para que se repita una mortandad masiva de peces como la del año pasado. Ello obedece a dos razones: la gran cantidad de residuos industriales, principalmente la vinaza, que vuelcan empresas tucumanas en la cuenca y porque ha comenzado a bajar la cota del embalse.