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La noche puertomontina está llena de sorpresas, y una de ellas le tocó a un trabajador de 47 años vinculado nada menos que a la minería, aunque no es parte de los 33 rescatados de la mina San José.

La madrugada del 9 de noviembre, tras salir de un local nocturno del centro porteño, tomó rumbo hacia calle Varas. Allí, envalentonado con unos tragos demás, al ver -lo que reconoció como dos mujeres que ofrecían sus servicios sexuales- siguió el llamado de Venus y, tal como en el "sueño del pibe", no sólo partió con una de las mariposas nocturnas si no que con dos.

Raudamente acudió con sus improvisadas amantes hasta una residencial a calle Juan José Mira, pero el exceso de alcohol hizo que el sueño lo venciera.

Duro despertar

Al despertar, la fantasía erótica se transformó en una pesadilla, cuando el minero se dio cuenta que no estaban sus dos amantes, y mucho menos el banano donde guardaba nada menos que un millón y medio de pesos en efectivo y 15 mil euros.

El afectado, rápidamente partió al cuartel de la PDI a denunciar lo ocurrido.

"Concurrimos al sitio del suceso desde donde levantamos evidencia que daba cuenta de actividad sexual reciente, además de una cédula de identidad que no correspondía a la víctima", contó el subprefecto Rubén Silva, jefe de la Brigada de Investigación Criminal de la PDI.

Pero el hallazgo escondía otro secreto que sorprendió aún más al afectado de iniciales S.H.L.C. El documento pertenecía a un varón, lo que dejó al descubierto que en vez de dos musas había tenido en su lecho a dos travestis, sin notarlo.

"Al exhibir la foto de la cédula, la víctima reconoció a una de las que, hasta el momento, pensaba que eran mujeres", explicó el subcomisario Silva.

Tras una serie de diligencias, los efectivos de la PDI lograron dar con "Dominique" y "Gemma", los trabajadores sexuales que habían compartido la noche con el minero, recuperando un millón 300 mil pesos.