Lamentablemente esto es así, ya que desde hace meses, desde que los hermanos qom de la Comunidad La Primavera se vieron obligados a tomar esta medida de acción para defender sus derechos a la tierra, este final era previsible.
Y decimos que era previsible, porque desde hace 6 meses, cuando tomamos contacto con el conflicto, todas las organizaciones sociales y personas que de una u otra forma reclamamos a las autoridades formoseñas que se posibilite un diálogo, que se concrete un encuentro para acercar las posiciones y llegar a un entendimiento, no fuimos escuchados.
Sólo se trató de aislar a los hermanos de La Primavera, quienes en todo momento fueron objeto de diferentes tipos de presiones por parte de “desconocidos”, que tanto de día como de noche, trataron de intimidar, siempre con la indiferencia de la policía que se encontraba permanentemente en la zona, pero nada veía ni escuchaba.
Ahora se produjo el enfrentamiento final, con civiles y policías armados, que dispararon y procedieron al desalojo de la ruta, atropellando de todas formas a indefensos indígenas. El resultado es tremendo, dos muertos (los que se conocen hasta el momento), varios heridos y numerosos detenidos.