MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
Soberanía Alimentaria Por la descolonización del sistema agroalimentario
En una histórica muestra de unidad, organizaciones campesinas, indígenas y de la agricultura familiar de Argentina impulsan medidas en contra de los desalojos de sus territorios; entre ellas, un proyecto de ley que contaría con el consenso de legisladores oficialistas y opositores.
Por Fernando Glenza | Desde la Redacción de APM
23|04|2011
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“Habría que recomenzar todo quizá, cambiar la naturaleza de las exportaciones y no sólo su destino, interrogar nuevamente al suelo, a los ríos y, ¿por qué no?, también al sol”, escribía Frantz Fanon a principios de la década de 1960 para su libro “Les damnés de la terre”, traducido al castellano como “Los desposeídos de la tierra” o “Los condenados de la tierra”.
El libro de Fanon mantiene la misma actualidad que tuvo en aquellos años en cuanto a la vigencia del colonialismo en nuestras tierras, ahora en modalidad neocolonial. En su prefacio, Jean-Paul Sartre enuncia que el campesinado “conoce la opresión al desnudo, la ha sufrido mucho más que los trabajadores de las ciudades y, para que no muera de hambre, se necesita nada menos que un desplome de todas las estructuras”.
Un desplome que no caerá por peso propio. En ese sentido, la unidad de las organizaciones campesinas, indígenas y de agricultores familiares es un “pequeño gran paso” en un escenario dominado por los agronegocios que han desposeído a los más pobres del campo.
Las organizaciones campesinas, indígenas y de la agricultura familiar proponen Soberanía Alimentaria, pero señalan que para lograrla es preciso frenar los desalojos y avanzar hacia una declaración que promueva la “función social de la tierra”, con fortalecimiento de la agricultura campesina y familiar.
El libro de Fanon mantiene la misma actualidad que tuvo en aquellos años en cuanto a la vigencia del colonialismo en nuestras tierras, ahora en modalidad neocolonial. En su prefacio, Jean-Paul Sartre enuncia que el campesinado “conoce la opresión al desnudo, la ha sufrido mucho más que los trabajadores de las ciudades y, para que no muera de hambre, se necesita nada menos que un desplome de todas las estructuras”.
Un desplome que no caerá por peso propio. En ese sentido, la unidad de las organizaciones campesinas, indígenas y de agricultores familiares es un “pequeño gran paso” en un escenario dominado por los agronegocios que han desposeído a los más pobres del campo.
Las organizaciones campesinas, indígenas y de la agricultura familiar proponen Soberanía Alimentaria, pero señalan que para lograrla es preciso frenar los desalojos y avanzar hacia una declaración que promueva la “función social de la tierra”, con fortalecimiento de la agricultura campesina y familiar.
Etiquetas: AGRONEGOCIOS, CAMPESINOS, RESISTENCIA
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