Consultadas las autoridades por Nuevo Diario, dijeron que “este derrame no representa ningún peligro para ninguna de las dos ciudades, aunque genera temor, ya que sólo descomprime el bañado, pero se ha experimentado una importante bajante río arriba, lo que seguramente se notará antes de finalizado el fin de semana largo”.
Durante las últimas semanas, la constante llovizna y el mal tiempo reinante en la zona generaron incertidumbre en los residentes de los pueblos y ciudades, que el año pasado sufrieron importantes inundaciones, a pesar de que hasta el momento los trabajos realizados para contener la gran masa de agua dieron resultados óptimos, logrando contener dentro de las defensas y en la zona de bañados, el caudal más importante que recibió la zona, en los últimos 50 años.
Otra de las preocupaciones es la relacionada al estado de la cinta asfáltica, ya que el transito continuo en una ruta que sufre una alta humedad en los últimos tiempos puede resultar perjudicial para la estabilidad de la misma. Según informaron desde Vialidad de la Provincia, la misma es monitoreada permanentemente, sin notarse inconvenientes hasta el momento.
Por otro lado, en las pequeñas localidades cercanas a Icaño, el aumento también se pudo notar pero no generó ningún nuevo inconveniente. Según autoridades locales, los pobladores de la zona que se autoevacuaron, ya se encuentran en preparativos para iniciar el regreso a sus hogares, aunque debido al aumento, se notaron preocupados pero tomando precauciones.
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