No se los vio a Peter Munk ni a Aaron Regent buscando sus nombres en los padrones el domingo 8 de mayo de 2011 en las áridas escuelas sanjuaninas. Ellos son los directores corporativo y ejecutivo, respectivamente, de la Barrick Gold Corporation, la firma que explota a través de subsidiarias la mina Veladero en esa provincia argentina como lo hace en otros 25 emprendimientos en una decena de países. Ese día, a través de un plebiscito, los sanjuaninos le otorgaron a su gobernador, José Luis Gioja, la oportunidad de candidatearse para ser reelecto por un tercer período consecutivo.
Pero los votos de los señores Munk y Regent valen más que los de todos los sanjuaninos juntos, según se desprende de los cuentos provinciales y de los números que rodean esta historia. San Juan creció un 12% en el primer trimestre de 2011, gracias a la actividad minera. Lo anunció la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, dos días antes del plebiscito. Fue la máxima visita que se permitió el kirchnerismo ante un gobernador que va por un mal visto tercer período consecutivo. El año pasado, el crecimiento fue del 16,6%, muy superior a la media nacional.