MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
La justificación de la presencia de bases militares de EU y la OTAN en América Latina recurre a premisas de sobra conocidas.
Luis Gutiérrez Esparza
BERLÍN.— Hoy quiero ceder la palabra a un colega periodista, Martin Müller-Mertens, quien cubrió para el diario berlinés Berliner Umschau la conferencia de prensa en la que presenté, en la capital de Alemania, el documental producido por el Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI), acerca de las bases militares extranjeras en América Latina, el militarismo y la amenaza nuclear.
Llegué a esta ciudad procedente de Dublín, luego de participar en el III Congreso Internacional No a la OTAN-No a la Guerra, donde se alcanzaron acuerdos importantes, a los que ya me referí la semana anterior. Uno de los puntos más relevantes para nosotros como latinoamericanos, que obtuvo además una aceptación unánime y entusiasta, es el que cito a continuación:
“Debatimos constructivamente acerca de las actividades de la OTAN en el norte de Europa y en el Ártico, así como en el sur global, particularmente en América Latina, y decidimos que estos temas deberán tener un papel más importante en nuestro trabajo futuro”.
¿Por qué el sur global, por qué América Latina? He ofrecido bastantes argumentos en este espacio; podría ampliarlos, complementarlos con mis recientes experiencias en Europa; mas considero importante escuchar otras voces, leer lo que se percibe desde otras perspectivas.Müller Mertens escribió (en una traducción no oficial, aclaro):
La OTAN se amplía, e incluye a América Latina. La Alianza mantiene hasta 29 bases militares entre El Paso y la Tierra del Fuego, según dio a conocer la organización social mexicana Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI).
Unas diez de esas bases son secretas; su existencia es desconocida incluso por los parlamentos de los países donde han sido instaladas. “Sabemos que existen, pero no su ubicación exacta”, señaló el miércoles (20 de abril) en Berlín, el presidente del CLAEI, Luis Gutiérrez Esparza. El número de soldados estadunidenses desplegados en América Latina se mantiene prácticamente en secreto.
Están en funcionamiento de manera reconocida 16 bases de Estados Unidos y existen otras tres británicas en las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich. En Colombia, la base aérea de Palanquero funciona como punto de partida rumbo a África, tal vez a Libia.
Otras locaciones son Soto Cano (Honduras), Quarry Heights (Panamá), Mariscal Estigarribia (Paraguay), Comalapsa (El Salvador).
Llegué a esta ciudad procedente de Dublín, luego de participar en el III Congreso Internacional No a la OTAN-No a la Guerra, donde se alcanzaron acuerdos importantes, a los que ya me referí la semana anterior. Uno de los puntos más relevantes para nosotros como latinoamericanos, que obtuvo además una aceptación unánime y entusiasta, es el que cito a continuación:
“Debatimos constructivamente acerca de las actividades de la OTAN en el norte de Europa y en el Ártico, así como en el sur global, particularmente en América Latina, y decidimos que estos temas deberán tener un papel más importante en nuestro trabajo futuro”.
¿Por qué el sur global, por qué América Latina? He ofrecido bastantes argumentos en este espacio; podría ampliarlos, complementarlos con mis recientes experiencias en Europa; mas considero importante escuchar otras voces, leer lo que se percibe desde otras perspectivas.Müller Mertens escribió (en una traducción no oficial, aclaro):
La OTAN se amplía, e incluye a América Latina. La Alianza mantiene hasta 29 bases militares entre El Paso y la Tierra del Fuego, según dio a conocer la organización social mexicana Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI).
Unas diez de esas bases son secretas; su existencia es desconocida incluso por los parlamentos de los países donde han sido instaladas. “Sabemos que existen, pero no su ubicación exacta”, señaló el miércoles (20 de abril) en Berlín, el presidente del CLAEI, Luis Gutiérrez Esparza. El número de soldados estadunidenses desplegados en América Latina se mantiene prácticamente en secreto.
Están en funcionamiento de manera reconocida 16 bases de Estados Unidos y existen otras tres británicas en las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich. En Colombia, la base aérea de Palanquero funciona como punto de partida rumbo a África, tal vez a Libia.
Otras locaciones son Soto Cano (Honduras), Quarry Heights (Panamá), Mariscal Estigarribia (Paraguay), Comalapsa (El Salvador).
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