MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
01 de Junio de 2012 | Por Daniel Bosque
En los últimos meses, la industria minera viene sufriendo todo tipo de embates y distorsiones con respecto a las atractivas condiciones que la llevaron a imaginar proyectos y construir minas para explotar las riquezas dormidas del país.
El tiempo corre veloz. En las casas matrices hace seis meses no lo podían creer y ahora se han acostumbrado. Una teleconferencia equis: What happens now? preguntan los inquietos managers desde remotas capitales. Y el gerente en Argentina desbroza el rosario de penurias e imposibilidades que le está tocando vivir a él y a su equipo.
Increíble pero cierto. Las mineras en operaciones (Alumbrera, Veladero, etc, etc.) han dejado de exportar, después de la fatídica Resolución 142/2012 que prescribe liquidación de divisas en 15 días, un plazo impracticable para cualquier empresa. Esta semana, dos mineras del Sur decidieron asumir el riesgo y embarcar su producción de oro y plata. La pena que pende sobre ellas no es menor: la ley penal tributaria a sus directivos en caso de que no medie la imposible liquidación en la quincena.
En esas compañías la explicación es coherente: la secretaria de Comercio Exterior Beatriz Paglieri les prometió que enviaría una comunicación a la Aduana ratificando que las ventas mineras al Exterior están incursas en las excepciones de la Resolución 187/2012, la cual tampoco solucionaría de raíz el problema porque exceptúa sólo de los dictados de la primera norma a los contratos ya vigentes con anterioridad.
Mientras tanto, subyacen las trabas a las importaciones, bloqueando o demorando insumos insustituibles por producción nacional, un problema del cual se ha hablado largo desde estas páginas.
Y sigue, más que complicada la remesa de utilidades. Sentados sobre una pila de dólares los ejecutivos ya están probando una muestra gratis de la tan mentada pesificación de la economía de la que se habla cada vez más en despachos oficiales.
PRESIONES
Cada empresa tiene su escenario y sus interlocutores. Pero la minería argentina comparte hoy un panorama coincidente de insinuaciones y presiones que no le presagian nada bueno.
Un ejemplo, pero no es el único: El gobierno de Santa Cruz acaba de invitar a la cámara sectorial minera CAMICRUZ a hacerse cargo, lisa y llanamente, del presupuesto de áreas críticas, como la de Salud. Hace falta un gesto, sino lo daremos nosotros, han dicho los ministros de Daniel Peralta a los azorados empresarios.
En esta y en otras provincias avanza el esquema mixto. “Seremos tus socios” advierten los funcionarios, envalentonados por el efecto YPF en la diletante política argentina.
El clima para hacer negocios no puede ser más feo para minas y proyectos que hasta hace poco tenían planes de inversión aprobados, factibilidades encaradas, declaraciones de impacto ambiental otorgadas. “Se puso de moda la llamada Fase 1”, apunta un empresario, “no es otra cosa que poner en marcha una mina en condiciones mínimas hasta que aclare la situación. Algunos hablan de 2015, por decir algo. En los últimos días, diversas empresas, en distintos foros y canales, han hablado públicamente de esa posibilidad.
MENOS EXPLORACIÓN
Para la exploración y la prospección el reto es más complicado. Perforadoras y geólogos se miran las caras frente a la falta de contratos y de certidumbres de cara a la temporada 2012/13. Después del difundido record drilling de la temporada anterior, comienza a avizorarse una caída. “No tenemos argumentos para convencer a los inversores de que Argentina es un buen destino”, dicen al unísono. Si se excluye la complicada clave política, ya la importante inflación argentina es un motivo para el desaliento, como han advertido recientemente Vale, Hochschild y otras compañías a sus accionistas.
¿Hacia dónde va la minería argentina? Cualquier sondeo entre las empresas sólo recogerá signos negativos. Es paradójico: el gobierno nacional, arriesgando consensos en su ala izquierda, dio hace sólo dos meses un respaldo a la actividad al declararla fundamental para el desarrollo. “El mismo gobierno hoy nos pone una vara tan alta y tan incierta que complica el presente y el futuro”, dice un empresario consultado, que ya recibió órdenes de revisar sus planes de desarrollo en Argentina.
Los gobernadores de la OFEMI no son todos iguales, observan en empresas y cámaras. Pero están terminando por alinearse con un relato que poco tiene que ver con el que tienen para sí las empresas.
El precio de ese divorcio de pareceres no será otro que el recorte de los US$ 15.000 millones de potencial inversión, y de lo que ésta podría generar en un país complicado en sus finanzas, afirman en la industria. Hoy la minería aporta un 5% del PBI y exporta por US$ 6.000 millones.
Con Pascua Lama, Potasio Río Colorado, Cerro Negro, las tres en construcción, más los avanzados Pachón, Agua Rica, Lindero, El Quevar, Cerro Moro, Los Azules, Altar, Lomada de Leiva, entre otros, la Argentina podría más que duplicar estas magnitudes, y situar a la minería por detrás de la soja en la matriz productiva nacional. Pero las señales, a juicio de las empresas son “malas o muy malas”.
Un encumbrado empresarios lo resumía así: “Hay dos posibilidades: o Cristina sabe lo que está pasando en la minería, y en ese caso está refrendando una política errónea, o le están escribiendo un “diario de Iri-Kirchner(1)”, en el que abundan los deseos como los 400 proyectos en marcha que citaba en su última resolución la Secretaría de Minería.
Las cosas no van bien. Las empresas consultadas esperan un cambio de rumbo de La Nación y las provincias, que recientemente declamaron su vocación minera. “El país está perdiendo y perderá mucho en caso de persistir con estas medidas”, advierten.
(1) En 1930, el anciano presidente Hipólito Yrigoyen recibía un periódico de sus colaboradores, sólo con buenas noticias.*Mining Press
http://www.gacetamercantil.com.ar/notas/16709/la-miner%C3%ADa-crisis.html