Por Norberto Costa
Anunciado con bombos y platillos, el “descubrimiento de importantes reservas de gas no convencional (shale)” en la provincia de Neuquén, parecería, a primeras, una excelente noticia.
Las altisonantes declaraciones “tendremos gas por 90 años”, “podremos dejar de importar gas”, y otras, deberían alegrarnos, pero, como de costumbre, atrás de todo esto hay cosas muy sucias. Y contaminantes….
Así que me puse a investigar un poco sobre el tema…
¿Qué es el gas no convencional?
Es gas natural (metano) con características diferentes en el reservorio o yacimiento para su extracción.
El “Tight Gas” es un gas natural entrampado en areniscas de baja porosidad y reservorios carbonatados.
El “Shale Gas” es gas natural que se encuentra en reservorios de baja permeabilidad.
Los desarrollos del “Tight Gas” ya han sido consumados en el pasado, pero su efecto en el planeta no ha sido muy significativo.
Empero los impulsos a la producción de “Shale Gas” en Estados Unidos están dando un golpe de timón a esta explotación.
Se trata de un proceso que implica inyectar grandes volúmenes de agua y productos químicos en reservas subterráneas para fracturar las rocas y liberar así gas y petróleo.
Los críticos señalan que este método puede envenenar los suministros hídricos. También sostienen que usa grandes cantidades de agua dulce y genera muchas aguas residuales, con limitadas opciones de eliminarlas.
El vertiginoso desarrollo de “shale gas” se multiplicó 4 a 6 veces en los últimos 5 años en Estados Unidos y está generando turbulencias en el mercado mundial de hidrocarburos. Estados Unidos encabeza la producción comercial de Shale Gas a Nivel Mundial, que comenzó a fines de los años 80. Canadá inició su producción en el 2005, en tanto China comenzó las actividades de perforación el año pasado. La comunidad de países de Europa, India, Australia y otros comenzaron a visualizar recientemente el Shale Gas como fuente de gas.
La tecnología utilizada:
Se combina la “fractura hidráulica” y la “perforación horizontal” y está permitiendo extraer este gas atrapado en esquistos. Algunos sostienen que el desarrollo de mejores tecnologías permite disminuir los costos, pero otros –como Agustín Castaño- aseguran que “los pozos están declinando más rápido de lo esperado y tienen que estar constantemente haciendo nuevas perforaciones”
¿Descubrimiento?
Se sabe que en Argentina existen recursos gasíferos “no convencionales” desde los años 70 cuando se descubrieron por vez primera en Estados Unidos. La clase de rocas que tienen nuestras cuencas son equivalentes a las que producen en otras cuencas del mundo. Incluso las consultoras y especialistas ya sabían el valor potencial de los recursos “no convencionales” existentes en nuestras cuencas al momento de privatizar YPF.
Hasta ahora en nuestro país no tenían valor comercial, por lo tanto las empresas no lo podían contar como reservas para sus activos. En la medida que el estado les vaya concediendo el precio que ellas pretendan podrían sacarlo y venderlo, entonces las contabilizarán como reservas y aumentarán los activos de las empresas, sin haber hecho ningún esfuerzo exploratorio.
¿Y el impacto ambiental?
Las incógnitas pasan por el impacto ambiental que provocan esta clase de desarrollos en el agua y el suelo. En realidad es una técnica más cercana a la “explotación minera, que requiere perforar una altísima cantidad de pozos”, afirma D´Apote.
Las operaciones de fractura hidráulica implican el movimiento, almacenamiento y eliminación de varios millones de litros de agua y de productos químicos tóxicos.
Pero por culpa de la falta de transparencia puede ser muy difícil enterarse de qué químicos usan las compañías. En varios estados (EEUU) donde operan empresas de gas natural se reportaron derrames, sanciones por incumplimiento de normas y litigios vinculados al proceso de fractura.
En EEUU, la atención de los medios de comunicación sobre la fractura hidráulica y el grado de preocupación pública sobre los potenciales impactos ambientales se dispararon desde 2007. En junio, el programa "Sixty Minutes" emitió una nota sobre el "fracking" que no informó a los espectadores sobre qué productos químicos eran inyectados en el suelo.