Los abusos que padecen las familias indígenas de las zonas rurales, en el escenario político internacional El Movimiento Campesino Indígena llegó a través de la APDH a las Naciones Unidas, el organismo está cerca de enviar una misión que se ocupará de las denuncias sobre violencia.
Caso. Santos Ramón González recibió un balazo en medio de un operativo que montó la policía para quitarle las tierras en las que su familia vive desde hace sesenta años.
El Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), que representa a unas 15 mil familias que viven en pueblos rurales, presentó a través de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) un detallado informe ante las Naciones Unidas acerca de la difícil situación de los derechos humanos en seis provincias argentinas. El relevamiento podría traer dos consecuencias: la llegada de una inspección de la ONU y, luego, una posible recomendación del organismo al gobierno argentino. Un potencial que depende, como suele ocurrir en estos casos, de un sinfín de variables políticas. Más allá de si concreta sus objetivos últimos, el trabajo tiene un peso específico.