BOLETIN DE NOTICIAS de MOVIDA AMBIENTAL

29/05 – 10:30 - A partir del planteo efectuado por el diputado misionero Claudio Wipplinger, sobre la existencia de aproximadamente 70 millones de pesos anuales que no ingresan a la provincia, por el ya tradicional 6X1000, el senador de la UCR Alfredo Martínez, pide conocer el destino que el gobierno nacional le da a ese “excedente”, agregándose al pedido que oportunamente le hicieran a Servicios Públicos Sociedad del Estado para que, de la misma manera, informe cómo se ha invertido el dinero recibido en tal concepto en todos estos años. Nuevas averiguaciones de OPI, echan sospechas sobre cuánto llega, realmente, a Santa Cruz de ese dinero.

OPI tomó conocimiento a través del diputado misionero Claudio Wipplinger, que del seis por mil que se recauda como recargo a las tarifas eléctricas del país, la Nación se queda con 70 millones y a la provincia de Santa Cruz, solo envía 36 millones al año.

A partir de allí, Wipplinger, hace un reclamo lógico a la Nación y es que, de esos fondos remanentes del 6X100, que se queda el gobierno nacional, se destine un porcentaje para que las provincias del NEA puedan conectarse al gasoducto nacional, ya que carecen de esa energía en esta parte del país.

A raíz de ello, descubrimos que en el 2005 Néstor Kirchner firmó un Decreto (reformando la Ley 25.064/89) por el cual Santa Cruz percibiría solo hasta 36 millones de pesos anuales y el resto de los recaudado en concepto del 6X1000 queda en la Nación. Este dato desconocido para los ciudadanos de Santa Cruz, lo pudo conocer el legislador misionero, a partir de acceder a las planillas oficiales, donde se asientan los datos de liquidación de este impuesto recaudado a nivel país bajo el eslogan “para ayudar a Santa Cruz”.

Lo cierto es que, ahora se entiende, las campañas tergiversadas que se disparan desde el gobierno, a través de medios para-oficiales, advirtiendo que hay diputados que pretenden quitarle los beneficios a nuestra provincia. No es así; el problema es que esos fondos encubren, en realidad, un doble juego de intereses: por un lado, una tercera parte llegaría a la provincia de Santa Cruz, ingresaría a Servicios Públicos Sociedad del Estado y allí se pierde. Nada de eso se traduce en un mejor servicio para la población, de hecho las anomalías, los cortes de luz y la ineficiencia técnica y profesional, la existencia de equipos inapropiados y la compra compulsiva durante años, de sistemas que no alcanzan a cubrir las necesidades de energía de la ciudad capital, son pruebas suficientes para (al menos) pedirle a los sucesivos Directorios de SPSE del 2000 para acá, que digan en qué gastaron la plata. La pregunta que surge y que en cierta manera nos fue respondida, como lo veremos más adelante es ¿En realidad, esos fondos, llegan a Santa Cruz y específicamente a SPSE?

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