CRUCE. Los funcionarios de Santiago del Estero expusieron un cuadro preocupante por la contaminación de los tributarios, pero Tucumán insistió en que hubo mejoras.
Publicado el 27/08/2011
El origen de la fuerte contaminación que tiñó de rojo al arroyo Matazambi en Tucumán y también al río Marapa donde se comprobó una importante mortandad de peces, todavía es desconocido para las autoridades ambientales de la vecina provincia. Como consecuencia de estos dos episodios y del reclamo firme de Santiago del Estero, ayer en la reunión del Comité de Cuenca Salí-Dulce se acordó un programa de inspecciones conjuntas en cada una de las industrias, empezando por las que están a la vera de estos tributarios.
Nuevamente salieron a la luz, el choque de posiciones entre Santiago del Estero y Tucumán, donde el primero sostiene que la polución ambiental se va agravando gradualmente, mientras que el segundo afirma lo contrario y que es más exigente con los controles y más drásticas las sanciones.
Ante EL LIBERAL, el secretario de Medio Ambiente de Tucumán, Alfredo Montalván, sostuvo que lo más importante del encuentro fue acordar el programa de inspecciones a las industrias. Indicó que previo a ello, se realizaron teleconferencias con responsables de dichas plantas fabriles, que respondieron a requisitorias de funcionarios del Comité. Advirtió que esas respuestas quedaron grabadas y registradas en un acta, para ver si se condicen con la realidad cuando se efectúe la supervisión en terreno.
Nuevamente salieron a la luz, el choque de posiciones entre Santiago del Estero y Tucumán, donde el primero sostiene que la polución ambiental se va agravando gradualmente, mientras que el segundo afirma lo contrario y que es más exigente con los controles y más drásticas las sanciones.
Ante EL LIBERAL, el secretario de Medio Ambiente de Tucumán, Alfredo Montalván, sostuvo que lo más importante del encuentro fue acordar el programa de inspecciones a las industrias. Indicó que previo a ello, se realizaron teleconferencias con responsables de dichas plantas fabriles, que respondieron a requisitorias de funcionarios del Comité. Advirtió que esas respuestas quedaron grabadas y registradas en un acta, para ver si se condicen con la realidad cuando se efectúe la supervisión en terreno.