viernes 26 de agosto de 2011 | Se observaron bajos niveles de oxígeno y aguas con olor y color turbio. Esto será planteado hoy en la reunión del Comité de Cuenca.
Los controles que vienen realizándose en el ámbito de los ríos tributarios al embalse de Río Hondo generan preocupación, porque las condiciones de las aguas empeoran cada vez más y sus consecuencias se notan en la mortandad de peces por falta de oxígeno. Esto surge de los constantes monitoreos que se realizan en estos ríos tributarios, y donde no se avizora mejora alguna, sino que por el contrario, la situación empeora cada vez más.
Es así que durante la jornada de ayer técnicos del Comité de Cuenca Salí-Dulce realizaron un nuevo monitoreo con resultados muy desalentadores. El monitoreo se realizó en el río Troncal, donde se detectó agua negra, con fuerte olor y cero oxígeno. Por su parte en el río Salí, principal tributario al embalse, la situación es crítica puesto que se observó agua de color verde, con olor cloacal y también con cero oxígeno.
Es así que durante la jornada de ayer técnicos del Comité de Cuenca Salí-Dulce realizaron un nuevo monitoreo con resultados muy desalentadores. El monitoreo se realizó en el río Troncal, donde se detectó agua negra, con fuerte olor y cero oxígeno. Por su parte en el río Salí, principal tributario al embalse, la situación es crítica puesto que se observó agua de color verde, con olor cloacal y también con cero oxígeno.