MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
MIÉRCOLES 24 DE AGOSTO DE 2011 14:39
Emiko Nakamura estaba viviendo en Japón en el momento del Tsunami que afectó a Fukushima. En estos días está en Bariloche y quiso dar a conocer su visión acerca de lo ocurrido, dado que considera que la situación lejos de estar resuelta es cada vez más grave. "Terremoto, tsunami y accidente nuclear – fue una triple tragedia de dimensión abrumadora", expresa y llama a la reflexión.
Japón – vida en un medioambiente radioactivo
A 5 meses del accidente de la usina nuclear de Fukushima, ya no hay más noticias por aquí sobre el accidente ni de sus consecuencias.
Aisladamente, aparecen artículos sobre otros terremotos de escala 6 o 7 y pico, o sobre el descubrimiento de unos lugares con niveles extremos de contaminación radioactiva, o sobre el impacto económico del siniestro. Pensarán que Japón ha resuelto los problemas quizás...
Pero el mundo no se imagina cómo vive la gente, desde aquel 11 de marzo, en la región noreste de Tokio - en lo que se ha convertido la vida cotidiana! De ésta, nada más terrible (patético) que las amas de casa que hacen las compras con calculadora y/o medidor en mano, sumando no las calorías sino los niveles de radiación indicada en la mercadería de los supermercados, para saber si el total del menú previsto supera o no el valor indicado como seguro por la CIPR (Comisión Internacional de Protección Radiológica)...
Quiero transmitir estos aspectos para que comprendan que éstos podrían ser de cualquiera – si no paramos YA las nucleares del mundo.
Terremoto, tsunami y accidente nuclear – fue una triple tragedia de dimensión abrumadora.
Los operativos para restablecer las condiciones vitales de las víctimas del terremoto y del tsunami no dan abasto aún siendo Japón, porque, a diferencia de otros terremotos y/o tsunamis, las zonas devastadas quedaron contaminadas con materias radioactivas y los habitantes no pueden volver a sus hogares. Siguen viviendo en campos de refugiados o viviendas provisorias repartidos en muchas provincias...
Pero hay otra tragedia más: el derrumbe de la fe en su país y sus dirigentes. Japón alerta a su población por cualquier peligro sísmico y meteorológico (rayos dañinos, polen, arena de China, contaminación de mares etc.). Es así que cuando hubo explosiones en Fukushima, quedamos esperando que nos indiquen qué hacer – pero nada! Ninguna alerta ni orden de evacuación, causando la contaminación de niños y la propagación de productos contaminados hacia todo el país...
Ocultamiento de datos vitales, mentiras, manipuleo de prensa y opinión pública, extorsión, soberbia, irresponsabilidad, incompetencia, hasta hoy – para tapar la verdad: que la planta de Fukushima no resistió un terremoto de escala 6 ni un tsunami de 10m, cuando se le aseguró al pueblo que iba a aguantar esto y más ya que Japón podía hacerlo, teniendo dinero, infraestructura, tecnología y expertos.
A 5 meses del accidente de la usina nuclear de Fukushima, ya no hay más noticias por aquí sobre el accidente ni de sus consecuencias.
Aisladamente, aparecen artículos sobre otros terremotos de escala 6 o 7 y pico, o sobre el descubrimiento de unos lugares con niveles extremos de contaminación radioactiva, o sobre el impacto económico del siniestro. Pensarán que Japón ha resuelto los problemas quizás...
Pero el mundo no se imagina cómo vive la gente, desde aquel 11 de marzo, en la región noreste de Tokio - en lo que se ha convertido la vida cotidiana! De ésta, nada más terrible (patético) que las amas de casa que hacen las compras con calculadora y/o medidor en mano, sumando no las calorías sino los niveles de radiación indicada en la mercadería de los supermercados, para saber si el total del menú previsto supera o no el valor indicado como seguro por la CIPR (Comisión Internacional de Protección Radiológica)...
Quiero transmitir estos aspectos para que comprendan que éstos podrían ser de cualquiera – si no paramos YA las nucleares del mundo.
Terremoto, tsunami y accidente nuclear – fue una triple tragedia de dimensión abrumadora.
Los operativos para restablecer las condiciones vitales de las víctimas del terremoto y del tsunami no dan abasto aún siendo Japón, porque, a diferencia de otros terremotos y/o tsunamis, las zonas devastadas quedaron contaminadas con materias radioactivas y los habitantes no pueden volver a sus hogares. Siguen viviendo en campos de refugiados o viviendas provisorias repartidos en muchas provincias...
Pero hay otra tragedia más: el derrumbe de la fe en su país y sus dirigentes. Japón alerta a su población por cualquier peligro sísmico y meteorológico (rayos dañinos, polen, arena de China, contaminación de mares etc.). Es así que cuando hubo explosiones en Fukushima, quedamos esperando que nos indiquen qué hacer – pero nada! Ninguna alerta ni orden de evacuación, causando la contaminación de niños y la propagación de productos contaminados hacia todo el país...
Ocultamiento de datos vitales, mentiras, manipuleo de prensa y opinión pública, extorsión, soberbia, irresponsabilidad, incompetencia, hasta hoy – para tapar la verdad: que la planta de Fukushima no resistió un terremoto de escala 6 ni un tsunami de 10m, cuando se le aseguró al pueblo que iba a aguantar esto y más ya que Japón podía hacerlo, teniendo dinero, infraestructura, tecnología y expertos.
Etiquetas: CONTAMINACION, DESTRUCCION, ENERGIA, NUCLEAR
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