MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
Por Jose Luis Livolti *
Desde la época de la colonia, los campos argentinos fueron objeto de deseo. De los españoles primero, de los ingleses después y finalmente de los estadounidenses. Todos ellos se han apropiado de tierras haciendo abuso de la facilidad que la insípida, cuando no inexistente, legislación permite en relación con la tenencia de ese recurso natural estratégico. Si la estructura económica y social se encuentra concentrada, y en gran parte extranjerizada, la tierra no es la excepción. Apellidos como Benetton, Tompkins, Turner y muchos otros engrosan la lista de la gran burguesía extranjera propietaria de inmensas porciones del territorio nacional.
Existe el grave problema de las tierras de frontera, aquellas ubicadas en la franja de 150 kilómetros (abarcando la cordillera) y de 50 kilómetros desde las costas. Son las zonas con mayor concentración de recursos naturales estratégicos, tierras cultivables, minerales y agua dulce. Es un proceso que se ha acelerado en los últimos veinte años, pero que tuvo su explosión en los ’90. Durante el menemismo, en el bienio 97/98, la Secretaría de Seguridad Interior, organismo encargado de aprobar las operaciones, habilitó ventas de tierras a extranjeros por la friolera de 8 millones de hectáreas.
La evolución de la extranjerización de las propiedades en zonas de seguridad ha vulnerado el espíritu del decreto-ley 15.385/44, dispuesto por el gobierno del general Edelmiro Farrell, con Juan Perón como vicepresidente, en 1944. Esa norma declaraba de “conveniencia nacional que los bienes ubicados en zonas de seguridad pertenezcan a ciudadanos argentinos nativos”. En ese año de establecimiento de las zonas de seguridad, el gobierno de Farrell-Perón expropió numerosas propiedades extranjeras, para preservar el territorio nacional y la integridad de la Argentina.
Dentro de las zonas de seguridad, o en áreas de influencia, están los siguientes inversores extranjeros:
- Sesenta y tres explotaciones mineras en manos de multinacionales, que representan el 91 por ciento del total. Sólo seis pertenecen a argentinos.
- El heredero del emporio de los snacks Lays y de la gaseosa Pepsi, Ward Lay, compró por 4,5 millones de dólares unas 80 mil hectáreas a los hermanos Benetton en Neuquén. Allí funciona la estancia Alicurá, donde el magnate de Texas lleva adelante un proyecto turístico con alojamiento cinco estrellas, coto de caza y lodges de pesca. La habitación ronda los 1200 dólares la noche e incluye un guía especializado por cada cazador.
Etiquetas: ARGENTINA, IMPERIO, NEGOCIADOS INMOBILIARIOS, SAQUEO
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