La Constitución garantiza la efectividad de los derechos fundamentales, a través de los mecanismos de tutela y protección, que son: el Hábeas data, para la libertad de expresión, la Acción de hábeas corpus, para el que es privado de libertad injustamente y la acción de amparo, para proteger al que se le violen los derechos fundamentales.
Sin embargo, en la práctica ocurre lo contrario, los Tribunales dictan sus sentencias reconociendo la violación de los derechos fundamentales, pero no existen mecanismos idóneos para hacer valer el reconocimiento de la violación de esos derechos y su pronta ejecución, muy por el contrario las autoridades encargadas de ejecutar, obstruyen la justicia.