La carta que transcribimos a continuación la envió Julio Andrada a El Ancasti. Lo que está resaltado es lo "casualmente recortado" por El Ancasti.
EL RIESGO DE ENGAÑAR O
En carta del 17/08/09, “El riesgo de Opinar sin saber”, el Director del Departamento Geología de
No es necesario que nadie afirme que la megaminería metalífera a cielo abierto no contamina, al contrario se parte de saber que esa actividad, por experiencia empírica, es por excelencia contaminante y totalmente destructiva del ambiente y la exigencia legal de los informes de impacto ambiental, como su aprobación, es un requisito que tiende a evitar la consumación de esos descomunales e irreversibles daños ambientales, en EE UU existe un pasivo ambiental por 50.000 millones de dólares, a raíz de lo cual es una actividad que se exporta a países del hemisferio sur. Por ejemplo una tonelada de pirita (en las escombreras) cuando se oxida totalmente, produce una tonelada de hidróxido férrico y cerca de una tonelada y media de ácido sulfúrico, formando el Drenaje ácido de mina junto con el lago ácido de la cantera (pit lake) y el dique de colas, proceso que se produce a perpetuidad, asociándose indefectiblemente a los cursos de agua. Es falso afirmar la inexistencia de una sopa química con la existencia de cianuro y ácido sulfúrico, cuando el contenido del Dique de Colas de Alumbrera -que al finalizar el proyecto serán aproximadamente 1.000 millones de toneladas de químicos, con componentes de arsénico, cadmio, cromo, cobre, cianuro total, hierro, manganeso y cinc-, está avanzando indefectiblemente sobre el río Vis Vis, estando próxima la contaminación del Acuífero del Pipanaco. El mismo informe de impacto ambiental expresa lapidariamente que la perdida de la totalidad de las bombas de retrobombeo constituiría un evento “catastrófico”; el agravante de la cuestión es que al terminar la explotación es necesario mantener en actividad el sistema por lo menos durante 10 años, y el mismo queda a cargo de la provincia.
En la misma línea argumentativa, de que es una actividad no contaminante, confluyó recientemente el Director de YMAD y también Presidente de
García Navarro, sostiene que la actividad minera está reglada por la ley 24585 para la protección ambiental de la actividad minera, ley contrahecha e inconstitucional, sancionada en beneficio exclusivo de la actividad (al igual que todas las de la década del 90), y que no contiene los principios liminares del derecho ambiental consagrados en la ley Gral. del Ambiente (25.675) como son los principios preventivo (anticipación) y precautorio (la ausencia de información o certeza científica no debe usarse para postergar medidas eficaces frente a un peligro de daño grave o irreversible).
Lo suyo no es más que una connivencia encubierta con un proyecto colonial de apropiación de los territorios y todos sus bienes, para ello es necesario destruir o poner en duda todos los antecedentes negativos de la actividad, recurriendo a su título universitario. Este personaje nefasto es el que en
Para mantener productivos estos emprendimientos es necesario una gran cantidad de energía que en el caso de Alumbrera representa el 80% de la energía que consume la provincia de Tucumán y que por necesidad deben generar más energía para los otros emprendimientos, recurriendo a la energía nuclear, reactivando primeramente la terminación de Atucha II, diseñada en 1970, cuya construcción está severamente cuestionada por científicos nacionales y extranjeros por su obsoleto diseño y seguridad (similar a la de Chernobyl).
En Julio ppdo., este personaje no conforme con su desempeño funcional a los intereses de un sistema capitalista depredatorio, en pos de convalidar la explotación de uranio a 7 kms. de la ciudad de Tinogasta, participó en la realización de un encuentro minero informativo, justo cuando el mundo desarrollado está volviendo de su nefasta experiencia con la operación y deposición de los residuos del uranio. En complicidad con sus iguales, pretenden embarcar a nuestro país en un grave y peligroso camino que irresponsablemente conducen políticos, empresarios y científicos improvisados y desaprensivos. Así es como con un grupo de comediantes montó una misa en escena en Tinogasta, para legitimar la supuesta información y participación ciudadana de la minería de uranio, todo lo cual no fue nada más que una reunión de los integrantes de la troupe, no permitiendo el ingreso a médicos, ciudadanos y medios de comunicación local, una provocación suficiente para que los ciudadanos –que conocen plenamente los efectos nocivos del uranio- reaccionen reclamando frente a la violación a sus derechos de información y participación, consagrados en
Con total y absoluto cinismo, despreciando los saberes que adquirió en nuestras universidades, en pos de tergiversar la realidad, presentándose como académico (igual que tantos otros), oculta sus verdaderos intereses como Gerente de Relaciones Provinciales y con
Julio C. Andrada – D.N.I. 11.983.121
Abogado – Esp. en Derecho Ambiental