MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
Puesto de Castro, 23 de octubre de 2009
Para que la justicia haga justicia: el campo profundo de pie
El miércoles 28 en Tribunales de Dean Funes serán los alegatos y posible sentencia del caso que puso en evidencia el plan empresarial de despojo campesino para sojizar el norte de Córdoba.
Parir la tierra
Hace casi seis años, el 30 de diciembre de 2003, una topadora resguardada por vastos efectivos policiales destruía la vivienda de la familia Bustamante. Fue el principio de una larga resistencia. En los medios de comunicación, en el festival de Cosquín, en diversos tribunales, en las calles, una señora bajita entrada en años asumía la responsabilidad de ponerle rostro a la dignidad que le demostrara a la sociedad cordobesa que había un campo profundo que estaba siendo sometido a la barbarie deshumanizante que pretendía despoblar. Altivos jinetes pseudoapocalípticos venidos del sur en monstruosos vehículos de doble tracción, venían realizando con éxito su cruzada estableciendo desiertos verdes por doquier. Pero en el lugar menos pensado, alguien se resistió a dejar caer los montes. Cayeron casas, ranchos y corrales, pero los montes no. Y las personas que lo habitaban tampoco.
Una bandera se plantó con fuerza para negar lo que parecía irrefutable: un progreso químico impulsado por barones ruralistas ofreciendo porotos -cual espejitos de colores- para la salvación de la patria. El efecto colateral de una viejita despojada, a partir de allí, se transformó en miles de familias cordobesas desenmascarando un modelo hasta entonces incuestionable.
Una justicia tuerta
La Ciudad de Dean Funes -como Cruz del Eje o Villa Dolores- no se caracteriza por las luces de neón y los grandes centros comerciales, más bien parece una gigantesca comunidad campesina. Sin embargo, el poder judicial que allí reside pareciera no entender como emplean la tierra, viven y trabajan las familias de campo adentro. Cuando la tierra comenzó a adquirir valor (y antes también) centenares de familias de pequeños productores tuvieron que intentar demostrar que era verdad que vivían donde vivían, que era cierto que sus padres, sus abuelos y sus bisabuelos también habían vivido allí.
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Etiquetas: AGRONEGOCIOS, CONFLICTO TIERRAS, MOVIDAS, REPRESION, VIA CAMPESINA