Madrid, 20 jun (EFE).- Las ONG de defensa del medio ambiente más importantes han denunciado hoy las "mentiras y presiones" que la industria nuclear está ejerciendo sobre el Gobierno para evitar el cierre de la central de Santa María de Garoña (Burgos), cuyo futuro debe ser decidido por el Ejecutivo antes del 5 de julio.

En un comunicado conjunto, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF, apoyan el cierre "inmediato" de la central de Garoña que es la más "obsoleta y peligrosa" del país y que ya está "sobradamente amortizada".

El comunicado denuncia las presiones del 'lobby' nuclear y las de Nuclenor (50 por ciento Iberdrola, 50 por ciento Endesa) para evitar "a toda costa" el cierre de Garoña y satisfacer sus intereses económicos explotando una central que presenta serios riesgos para la población y el medio ambiente.

Los ecologistas también denuncian el carácter pronuclear del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que ha emitido un dictamen (no vinculante para el Gobierno) favorable a prorrogar la actividad de la central diez años más (tal y como ha solicitado Nuclenor), a pesar de que Garoña ha incumplido varios de los requisitos que el CSN había exigido previamente para prorrogar su licencia.

Además, advierten de que el CSN ha "minimizado" el grave estado de las grietas producidas por la corrosión y que afectan a elementos de la vasija del reactor y del circuito primario, algo que no ocurre en ningún otro país, afirman.

Los ecologistas explican además que aunque la planta de Garoña sea cerrada, el suministro eléctrico seguirá estando totalmente garantizado, ya que esta central sólo produce el uno por ciento de la electricidad que se consume en nuestro país.

En cuanto al precio de la luz, los ecologistas explican que el cierre de Garoña no encarecería la factura de los consumidores, pese a "las mentiras e intoxicaciones sin fundamento del lobby nuclear".

Las organizaciones ecologistas piden además que el desmantelamiento de Garoña vaya acompañado de un plan de desarrollo alternativo (financiado por Enresa) para dinamizar la comarca que en la que está emplazada la central y recolocar a todas las personas que tienen empleo gracias a esta planta nuclear.

Los ecologistas insisten en que harán todos los esfuerzos para conseguir el cierre inmediato de Garoña, una central que la propia industria nuclear "ha convertido en un símbolo de su anteposición del lucro a la seguridad de la población y del planeta". EFE