La ayuda humanitaria ha comenzado a repartirse en la zonas afectadas por lluvias torrenciales que han dejado cerca de 1.500 muertos en el noroeste del país
El último balance oficial de las víctimas mortales por las inundaciones que asolaron el noroeste de Pakistán podrían ascender a 1.500 muertos, según las declaraciones de un ministro provincial recogidas por AFP. A los fallecidos se suman miles de personas heridas debido a las lluvias monzónicas que provocaron que más de medio millar de hogares en Jiber-Pajtunjwa quedaran arrasados por las inundaciones. En medio de un paisaje desolador, a la tragedia se suma ahora el riesgo de epidemias.
A día de hoy, las «peores inundaciones de la historia de Pakistán», como las calificó el ministro de Información pakistaní, han dejado numerosos daños materiales y más de mil pérdidas humanas. Según la directora de Oxfam, Jane Cocking, «son inundaciones de una escala que no hemos visto en décadas en Pakistán y se requiere un esfuerzo de igual tamaño. El alcance de esta crisis tan sólo está emergiendo lentamente. Cuantos más pueblos visitamos, más desoladoras son las escenas», dijo la directora de Oxfam. El Gobierno ha calculado 500.000 desplazados y un millón y medio de afectados en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, según ha informado el ministro de Información de la provincia, Mian Iftikhar Hussain, que ha añadido además que 129 persones están desaparecidas.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, anunció este domingo que ha ordenado movilizar 10 millones de dólares (unos 7, 6 millones de euros) para prestar ayuda inmediata a los afectados por las inundaciones.