Bloqueando un camino comunero emergía una de las últimas asambleas surgidas para detener un proyecto minero -en este caso de cobre, molibdeno y oro- en la Argentina. El corte se produjo a 7 km del emprendimiento Agua Rica, en el departamento Andalgalá, Catamarca, cruzando una bandera argentina. El 14 de diciembre de 2009 a las 6.30 de la mañana nace la asamblea. Al lado de un algarrobo, los compañeros Sergio y Aldo iniciaron la protesta. La empresa minera no iba a pasar por ahí para comenzar la destrucción de nuestro pueblo, relata Ruth Vega Miranda, luchadora desde los 17 años. Allí, bajo la sombra de ese árbol, comenzó todo, explica.
Quien participa de la asamblea, cuenta Vega Miranda, docente de 33 años, está a favor de la vida digna, del desarrollo sustentable, y ama a su pueblo. Dice no rechazar el progreso, pero aclara que este no puede llevarse a cabo a costa de masacrar su propia vida. El bloqueo, simbólico, divide otra localidad del país entre su pueblo y unos pocos argentinos traidores y otros tantos mercaderes extranjeros de la muerte que buscan los beneficios de algo tan superficial como el dinero.