Consecuencias sociales y ambientales en América latina
Tadeu Breda
Diagonal
Pese a las transformaciones vividas en la región, los nuevos gobiernos progresistas siguen dependiendo de la extracción y exportación de materias primas. |
Una encuesta realizada en Brasil antes de la Cumbre de Copenhague concluyó que sólo el 5% de los brasileños ven el cambio climático como el gran problema del mundo. Una parte aún más pequeña de la población, alrededor del 1%, creía que la preservación de la biodiversidad debe ser priorizada por las políticas públicas. Urgente de verdad, decía el sondeo, era combatir la pobreza, la violencia y el hambre. Los resultados de la encuesta reflejan el razonamiento que anima a los gobiernos de la izquierda sudamericana a la hora de sopesar las necesidades aparentemente contradictorias de preservación ambiental y crecimiento económico. Desde la victoria de Hugo Chávez en Venezuela en 1998, la ola electoral que condujo al poder a candidatos de origen popular e ideales socialistas tenía como objetivo poner freno a las reformas neoliberales.