El gobernador Alberto Rodríguez Saá había previsto una fecha simbólica como el 12 de octubre, para desalojar el Parque Nacional Sierra de las Quijadas –el único de San Luis– y entregárselo a integrantes del pueblo huarpe que viven en la capital puntana. Pero la Corte Suprema de Justicia de la Nación respondió a tiempo y le ordenó no innovar.
Situado en el noroeste de la provincia, el parque fue creado en 1991, para conservar ambientes representativos del Chaco árido y del monte, y para preservar sus yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Fue Adolfo Rodríguez Saá, entonces gobernador y hermano del actual, quien firmó la cesión de las 73.534 hectáreas, compradas a los particulares íntegramente con fondos de la Administración de Parques Nacionales (APN), tras la sanción de una ley nacional.