MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
Leyendo sobre los problemas de contaminación del agua en Andalgalá y las mentirosas expresiones de funcionarios y representantes de las empresas mineras, que niegan enfáticamente este hecho, me vino a la memoria una anécdota que me narrara hace un par de años un amigo, que para ese entonces trabajaba como mozo en una parrilla de esa querida ciudad.
El hecho concreto es que este amigo, informado por los dueños del establecimiento que esa noche vendrían a cenar un grupo numeroso de integrantes de las mineras, entre los cuales habría varios extranjeros que ocupaban cargos importantes en las mismas, procedió a preparar una mesa larga, como para unas veinte personas, que sería aproximadamente el número de comensales a la cena.
Mi amigo se esmeró en la preparación de dicha mesa, a la que colocó un gran mantel y servilletas impecablemente blancas y bien planchadas, copas de vidrio claro muy bien lavadas y cubiertos de acero inoxidable bien repasados y brillantes.
Cuando llegaron estos clientes “vip”, mi amigo trajo a la mesa dos grandes jarras de vidrio impecablemente lavadas, conteniendo agua fresca.
Uno de los comensales, con evidente acento extranjero, le preguntó que tipo de agua les había colocado en esos recipientes, a lo que mi amigo le respondió que era agua corriente que todo Andalgalá tomaba habitualmente. Ante esta información ese señor le dijo a mi amigo que ellos no bebían agua del grifo y que por favor reemplazara las jarras por botellas de agua mineral debidamente cerradas de fábrica, que ellos abrirían en la mesa cuando fuera necesario.
Esta sencilla anécdota es muy aleccionadora, ya que nos muestra que el famoso dicho de “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, se presta justo como corolario de esta narración: los mineros dicen que nuestra agua no está contaminada pero ellos no la toman. ¿Qué tal?
Un fuerte abrazo
José Jorge Aldecoa Davies
Etiquetas: AGUA, CATAMARCA, CONTAMINACION