BOLETIN DE NOTICIAS de MOVIDA AMBIENTAL

El diario El Tribuno de Salta ha publicado ayer una noticia que da cuenta de un atraco producido en el motel alojamiento El Castillo, situado en las afueras de la ciudad salteña de Tartagal.La noticia no hubiera merecido llamar la atención más que por la gravedad de lo sucedido (el administrador del establecimiento resultó herido por los atracadores) si no fuera por la siguiente línea: "Los hechos sucedieron a las 10.40 cuando en el albergue transitorio El Castillo ingresaron dos jóvenes de la etnia wichi, quienes se dirigieron hacia la administración, sorprendiendo al gerente del local, Anastacio Bustamante".Y también por estas otras: "Una fuente policial dijo anoche que lo sucedido es muy raro porque la gente de esa comunidad nunca tuvo problemas de ese tipo y menos fueron protagonistas de asaltos". Y "el hecho causó conmoción en la ciudadanía, acostumbrada a convivir en paz y armonía con las distintas etnias y comunidades originarias de la zona".El enfoque de la noticia es criticable, porque el hecho delictivo en sí no cambia en absoluto su gravedad ni si encuadre penal sea cual fuere la raza del autor de la ofensa o la de la víctima. Resulta, por tanto, innecesario informar sobre la "identidad étnica" de los presuntos agresores, a menos que la información pretenda ir más allá de la simple crónica de los hechos, y quiera hacer aparecer a los wichis como desalmados asaltantes.Cuando la fuente policial habla de "la gente de esa comunidad", parece querer referirse a ellos con el despectivo "esa gente", como si constituyeran para la policía una categoría especial de personas (principio de cualquier discriminación) o se intentara trazar un perfil lombrosiano de los wichis.Afirmar que "la gente de esa comunidad" nunca tuvo problemas de ese tipo es también caricaturizar a los wichis, que seguramente y salvo una demostración antropológica contundente, no constituyen una comunidad idílica que vive en un estado de naturaleza rousseauniano en donde no existe el delito. Con semejantes apriorismos, la policía de Tartagal debería preocuparse por contratar urgentemente a un experto en la materia para prevenir hechos como el que ha sucedido en el motel El Castillo.El hecho no causó "conmoción en la ciudadanía" porque fuesen wichis o no lo fueran los agresores, sino porque el gerente señor Bustamante resultó malherido.Luego, afirmar que "la ciudadanía" (se supone que se refiere el escrito al conjunto de los "hombres blancos") esté acostumbrada a convivir en paz y armonía con las distintas etnias y comunidades originarias de la zona, comporta un intolerable sesgo racista en la información y la negación a aquellas etnias y comunidades originarias de su derecho a considerarse parte integrante de esa "ciudadanía" argentina que sólo el periodista que escribió la nota sabe por quién está compuesta.Los comentarios benevolentes acerca del nivel de integración y baja conflictividad de los wichis tampoco esconden una perspectiva racista en la información. Vuelve aquí a cobrar vigencia aquella vieja pregunta: "If I like their race, how can that be racist?" (Si me gusta su raza, cómo puede ser eso racista). Sin embargo, lo es.http://noticias.iruya.com/sociedad/comunicacion/1244-bias-racista-articulo-periodistico.html