MALDITOS
Una BANDA que causa FURIA: Los BARRICKTURROS
Minera de capital mayoritariamente canadiense se resiste a una ley argentina que busca acotar la explotación en la Cordillera de los Andes. En riesgo, glaciares y periglaciares con valor ambiental incalculable. En la zona, la corporación Barrick Gold utiliza métodos altamente contaminantes prohibidos en Europa
Marcela Valente/IPS
Buenos Aires, Argentina. Desde fines de 2011, científicos argentinos realizan un inventario de glaciares para su preservación y control, pero no logran acceder al área más crítica, donde coinciden los hielos con proyectos de explotación minera a gran escala.
Fue a raíz de esos emprendimientos sospechosos de contaminación que instituciones ambientalistas demandan, insistentemente, una ley que proteja de la contaminación a los glaciares que posee Argentina a lo largo del Occidente del país, junto a la Cordillera de los Andes.
La primera iniciativa fue convertida en ley en 2008, pero la presidenta Cristina Fernández, en el poder desde diciembre de 2007, la vetó por considerar que se afectaba el desarrollo de las provincias mineras, al limitar la actividad económica en torno a los glaciares.
Dos años después un nuevo proyecto logró consenso: la Ley de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Área Periglaciar, aprobada en 2010, que declara esos campos de hielo como “reservas estratégicas de recursos hídricos”.
La norma prohíbe la actividad minera en esas zonas y ordena la protección de los glaciares, porque preservan agua para el consumo humano y la agricultura, además de enriquecer la biodiversidad y ser un atractivo turístico.
Además, establece la creación de un inventario nacional de glaciares, que aporte “la información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo” a cargo del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla).
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